Cultura,  Sociedad

El 65% de los españoles sufre síndrome postvacacional

Cerca del 20% de los afectados se recupera en uno o dos días, mientras que un 35% puede prolongarse hasta dos semanas. Tensiones musculares, nerviosismo y ansiedad son algunos de los síntomas más frecuentes

Mientras unos ya dejaron atrás las vacaciones, otros tantos vuelven a la rutina pero con un nuevo acompañante: el síndrome postvacacional. Un concepto que año tras año ha ido aumentando y haciéndose notar, se refiere a la ansiedad o presión emocional que se afronta al readaptarse a las tareas laborales después de un período vacacional. Y parece que es tendencia, que cada vez más hay personas que les cuesta adaptarse a la rutina. Los datos lo muestran. El 65% de los españoles sufren la depresión post vacaciones, según un estudio de Sanitas. Según los expertos, se manifiesta como una reacción de rechazo al trabajo en forma de tristeza, agitación, ansiedad, agobio, nerviosismo e irritabilidad.

Un síndrome que a muchos les afecta literalmente en su día a día. Según advierte el Hospital Quirón en un informe, el regreso de las vacaciones puede provocar alteraciones como la falta de apetito, dolores musculares o irritabilidad, una situación que suele afectar más a menores de 45 años y a aquellos que se incorporan a la rutina sin una breve transición. Desde Quirón apuntan que alrededor de un 20% de los afectados por este síndrome se recupera en uno o dos días mientras que un 35% tarda hasta dos semanas.

Y ante esta situación, ¿qué se puede hacer para evitar esa ansiedad? Pues cosas tan sencillas como programar el regreso a casa de manera anticipada y relajada, abordar antes las tareas más gratas, mantener una actitud proactiva y positiva en el trabajo, no llevarse trabajo a casa o practicar ejercicio físico moderado.

Como dato curioso, los niños también sufren el síndrome postvacacional. Así lo asegura la Asociación Española de Psiquiatría Privada (ASEPP), en un estudio, en el que revelan como durante los primeros días de colegios los más pequeños pueden sufrir de sueño intranquilo o falta de apetito por culpa de la ansiedad tras el parón estival.