Técnicos y expertos alertan de distintos fraudes y malas prácticas en torno a la noche más larga: intoxicaciones etílicas, venta de entradas para eventos inexistentes, alcohol falso en salas de fiesta o taxistas que engrosan la factura entre las malas prácticas más destacadas durante la Nochevieja
Se acerca el día 31 y se cuentan por miles las personas que saldrán a la calle a celebrar el cambio de año. Un año más y durante esta jornada se intensificará el número de accidentes de tráfico y conflictos en el interior de locales. Las reyertas urbanas aumentan hasta un 30% más en comparación a los fines de semana convencionales; también el número de intoxicaciones etílicas que el año pasado ascendieron a 196. A modo de ejemplo, el año anterior se registraron un total de 4.409 llamadas al teléfono de emergencias 112.
El Ministerio del Interior prevé un dispositivo especial con 2.000 agentes y un aumento considerable del número de patrullas a pie de calle. Los controles de alcoholemia y la seguridad en vías muy concurridas se convertirán en la tónica habitual durante la noche más larga del año.
Muchos locales registran una masiva afluencia de público y aprovechan la fecha señalada para multiplicar sus precios entre un 300% y un 500% Algunos sitios web venden entradas fraudulentas; una vez en la puerta los responsables de acceso comunicarán al consumidor que se trata de copias falsificadas. Es frecuente que cada año se vendan tickets a eventos inexistentes aprovechando el anonimato y la transnacionalidad propias de Internet.
Algunos locales argumentan que pueden entrar menores de edad al tratarse de una fecha señalada algo que no es cierto apunta el periodista Francisco Canals. Es frecuente que la Policía no pueda controlar los locales con la misma intensidad al tratarse de una jornada con una afluencia masiva.
Los taxis tampoco están exentos de estafas; durante la noche del 31 existe una demanda que supera y multiplica a la oferta, factor que aprovechan avispados taxistas para cobrar suplementos ilegales o importes abusivos “sacados de la manga” y que vulneran las normativas de las autoridades reguladoras del sector del taxi. Las agresiones a taxistas constituyen el lado oscuro de esta profesión; durante Nochevieja aumentan las agresiones a conductores lo cual lleva a muchos profesionales de este sector a rechazar trabajar pese a la tentación de hacer más caja.