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El fútbol, asignatura obligatoria en China

Pekín impulsa medidas para que todos sus ciudadanos empiecen a practicar el ‘deporte rey’ desde pequeños. Generar prestigio y reputación a través del deporte se perfila como uno de los objetivos prioritarios de la nueva política china de cara al exterior.

Pekín prevé crear para 2017 cerca de 20.000 escuelas de fútbol con el objetivo de formar a más de 100.000 jugadores profesionales. La nueva ley está incluida en un plan de reforma integral del balompié nacional aprobada recientemente por el Comité para la Reforma, una de las principales instituciones del régimen comunista del gigante asiático.

La intención del presidente Xi Jinping es que el fútbol se convierta en asignatura obligatoria en todas las escuelas del país. Así, más de 200 millones de niños de primaria y secundaria recibirán libros de texto en los que se les explicarán tácticas y estrategias del ‘deporte rey’. Paralelamente, Pekín también pretende fomentar programas de estudio en el extranjero para sus pequeños futbolistas.

La decisión de las autoridades chinas no es un caso aislado en Oriente. Ahora más que nunca el fútbol va de la mano de los Gobiernos en un área geográfica tradicionalmente no muy dada al balompié, lo cual puede convertirse en una excelente oportunidad de empleo para los profesionales del fútbol español.

“Lo que necesitan los países asiáticos es salir de un modelo basado en la simple repetición mecánica de los gestos”, afirma José Ignacio Marcet, presidente de la Fundación Marcet, una escuela de fútbol española con presencia en más de 28 países: “Les falta nuestro ‘know how’. No saben cómo empezar a desarrollar la inteligencia en el fútbol, cómo mejorar su toma de decisiones en el campo. Eso es lo que necesitan y eso es lo que ya hemos logrado transmitir con éxito en Corea del Norte”.

El año pasado el combinado nacional norcoreano logró ganar por primera vez el Campeonato Asiático Sub-16 después de que sus futbolistas se formaran durante un año en Barcelona con la Fundación Marcet. “La clave ha sido transformar unos simple malabaristas del balón en unos jugadores de fútbol completos”, argumenta el presidente de esta institución, convencido de que con China podría repetirse con éxito la misma experiencia.